Identificar los diferentes tipos de motivación del propio comportamiento permite reflexionar sobre aquello a lo que le estamos dando prioridad a la hora de actuar. Si una determinada decisión es respetuosa de la ley (como no comprar sin factura, es decir, sin pagar impuestos) pero la motivación no es el respeto a la ley si no la ganancia personal (como el temor a no obtener garantía), es posible que en otra determinada situación nuestra decisión no coincida con la ley. Es importante identificar qué nos mueve a la acción.